sábado, febrero 14, 2009

UN DIA EN CAMPO DEL ABUELO




Hoy nos hemos ido con los abuelos, mi padre tiene una parcelita en cartama, allí se a hecho una casita, tiene un huertecito y gallinas.

La abuela llamo por la mañana para ver si queríamos ir, Rafa si, pero Ginés dijo, que no, y como yo no tenía muchas ganas dije que no.


Pero pasada media hora cambio de idea, y como le dije que ya había dicho que no, se puso a llorar, y a llorar, así que cambio de planes. Nos fuimos al campo.


Los abuelos nos recoge, ya que Papa se llevo el coche, luego se reuniría con nosotros más tarde. Todo muy bien, se fueron ayudar a la abuela a coger limones, luego se pusieron a jugar con una moto a tirarse por una cuesta, y en una de esas tiradas, Ginés se cae, no se ha hecho nada, unos arañazos, y ya no quería jugar más. Yo estaba dentro de la casa , él a entrado y se puso a ver la tele sin decir nada, es el abuelo el que me lo dice, entonces le pregunto, me lo cuenta, quiere que le ponga unas tiritas, se las pongo, pero no quería seguir jugando, se quería irse a casa, luego se puso muy pesado con los dibujo, quería uno del Oso Yogui que le traje la última vez, pero hoy no, no he caído en traer lo dibujos, quería que jugase. Como quería que saliese de la casa y que no estuviese viendo dibujo, le invito a dar un paseo, para ello le cojo en brazo y justo cuando giro para empezar anda, trompiezo con el perro que tiene mi padre, monisimo, un cachorro de pastor alemán, y he caído de rodilla y menos mal que he apoyado las manos, si no me como la tierra, me hecho pupa, y he llorado como una niña, menos mal que a mi niño no le a pasado nada. Después de eso se ha vuelto a ir a jugar, como si nada. Me he puesto hacer algunas fotos y vídeo, y Ginés me ha quitado la cámara y se ha puesto hacer foto a todo, al suelo, al zapato, a los perros, vaya casi todas para borrarlas.


Después de comer, a jugado un montón con su hermano, al final a merecido la pena ir, no se querían venir, y yo con unas ganas de llegar a casa. Menos mal que se han ido tempranito a la cama, y ya están dormiditos. Que Paz.

Me equivoqué

A veces pensamos que estar todo el día corrigiendo, regañando y guiando a nuestro hijos le ayudamos, pero no es así.  Con el paso de lo...